domingo, 18 de mayo de 2014

Control de esfinteres


El control de esfínteres es un proceso madurativo del niño en donde se requiere integración a nivel físico, emocional e intelectual y que en gran medida depende de su madurez a nivel neurológico.
*EN primer término el niño tiene que estar preparado neurofisiológicamente demostrando tener control sobre los músculos de los esfínteres primero para relajar ano a su disposición y luego, inhibir reflejo de la vesícula (que se da a nivel cortical)
*Físico: es la culminación en la búsqueda por su independencia: camina, se expresa, se dirige, baja calzón, se sube y se sienta.
*Intelectual: el niño tiene que diferenciar entre hacer pipi y popo, luego anunciar cuando lo esta haciendo, para poder anticipar y finalmente retener para llegar al baño.
*Emocional: tiene que estar interesado en el asunto, querer crecer y tomar responsabilidad en el asunto.
Esta condición generalmente se logra cerca de los 2 ½  años y algunos pediatras sugieren que es mejor hacia los 3 años
¿Cómo sabré cuándo esta listo?
  • Tiene que pasar varias horas al día con su pañal seco.
  • Esperar a mamá  (entender: espérame un momento)
  • Seguir instrucciones
  • Querer imitar en el uso del baño
  • Colaborar para ir al baño (estar interesado)
  • No estar en etapa de negatividad
  • Saber bajarse el pantalón solo
  • Molesto estar “sucio” motivado internamente para mejor hacer en el baño
  • Demuestra deseos de independencia
  • Evitar el proceso junto con algún cambio en su vida que pueda provocarle stress (hermano nuevo, cambio de casa, entrada a la escuela, etc.)
¿COMO?
Explicar el proceso primero con ropa y luego sin ella.   Darle palabras simples para que el niño pueda etiquetar y luego avisar.
Empezar con dejarlo sin pañal un rato por la casa, y a su vez cambiar a pañales no tan absorbentes para que el niño pueda concienciar lo que pasa.  Es común en este periodo que explore sus genitales, como ha explorado el resto de su cuerpo, déjalo hacerlo.
Sincronizar el movimiento natural del niño con visitas al baño.   Reconoce cuando el niño orine o defeque en el escusado, y si no, no hacer hincapié desagradable.
Dejarlo que acompañe a papá y a mamá ocasionalmente para poderlos imitar.
Apoyarse en libros, videos, muñecos o amigos cercanos para familiarizarse con que se espera de el, sin ser impositivos.
No es recomendable el uso de premios, o en su defecto castigos ya que lo convierten en una motivación externa que tiende a desaparecer y a darles el poder para manipularnos.
Hacerle invitaciones cada 40 min después de tomar líquidos, respetando sus deseos de querer ir.
Esperar a jalar la cadena hasta que él tenga confianza.
Recordarle cuando este muy entretenido.
Usar ropa que facilite (ojo con los overoles).
Invitarlo a escoger calzones, ya sean entrenadores ó ya con muñequitos como parte de la ganancia por lograrlo.
Crea una rutina.
Ante los accidentes no muestres desaprobación, recuerda que es parte de un proceso de aprendizaje y mientras más logros le enfaticemos es lo que él tratará de reproducir.
Si necesitas regresar al pañal no lo hagas sentir que es un castigo.
El entrenamiento por la noche no deberá del periodo cuando el niño esta conciente del proceso,  una vez que logre tener varios días sin accidentes podremos hacer la prueba en la noche, cuidando de que no tome demasiada agua antes de acostarse y protegiendo la cama con alguna plástico afelpado para que no se impregne de olor, y sea incomodo seguir ahí.
Se recomienda que sea en el escusado de la casa con alguna adaptación que le reduzca el tamaño y donde el niño pueda sostenerse y tener los pies apoyados.
En un principio ofrecer solo un espacio y poco a poco la experiencia le dará la seguridad para generalizar la conducta a cualquier espacio.
Una vez que quiera salir de casa con calzón asegúrese de estar cerca ó hacer salidas cortas para no propiciar que contenga la pipi por largas horas.
Se les enseñara a los niños igual que a las niñas que  empiecen sentados ya que con esto no habrá que dar dos mensajes diferentes cuando defequen.
Son comunes las regresiones cuando no tienen la suficiente madurez, o cuando se presentan ante una situación de crisis que los haga necesitar base segura, como cuando eran bebes, ó cuando encuentran que es una manera eficaz de llamar la atención.
Se necesita poco tiempo para que el niño se adapte, si es demasiado tiempo tendremos que valorar si realmente esta listo.

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